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Ayuno intermitente: todo lo que necesitas saber para empezar

El ayuno intermitente es ahora una práctica popular, que combina la salud, el bienestar y el rendimiento físico. Pero ¿qué es el ayuno intermitente, cómo funciona y por qué tanta gente recurre a él?

Table en bois garnis de corn flakes, bananes, pomme, noix et orange a coté d'une horloge avec un contour jaune

El ayuno intermitente se está convirtiendo en una práctica popular, en la encrucijada entre la salud, el bienestar y el rendimiento físico.

Pero ¿qué es el ayuno intermitente , cómo funciona y por qué tanta gente se está convirtiendo a él? Aquí te presentamos los métodos más populares, incluyendo el 12/12 y el 16/8, sus beneficios y consejos para una práctica óptima.

¿Qué es el ayuno intermitente?

El ayuno intermitente implica alternar periodos de alimentación y ayuno , según un horario específico. A diferencia de las dietas tradicionales que imponen restricciones calóricas o alimentarias, esta práctica se basa en el horario de las comidas.

El principio es simple: durante un período determinado, se consumen las comidas con normalidad ( ventana de alimentación ), seguida de una fase de ayuno en la que no se ingieren calorías. Durante esta fase, solo se permite el consumo de bebidas no calóricas (agua, té, café sin azúcar).

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Esta operación se basa en una adaptación gradual del cuerpo, que pasa de la dependencia de los carbohidratos como fuente de energía a un mayor uso de las reservas de lípidos. En otras palabras, durante el ayuno , el cuerpo quema más grasa, lo que lo convierte en un método popular para la pérdida de peso y la optimización metabólica.

Los métodos más populares

El método 12/12

El método 12/12 es ideal para principiantes. Consiste en ayunar durante 12 horas y comer durante las siguientes 12 horas. Por ejemplo, si tu última comida es a las 8 p. m., no comerás hasta las 8 a. m. del día siguiente.

Beneficios :

  • Fácil de integrar en la rutina diaria, no requiere cambios drásticos en los hábitos alimentarios.
  • Compatible con la mayoría de estilos de vida, especialmente aquellos con horarios regulares.
  • Favorece una mejor regulación del metabolismo mediante suficientes periodos de descanso digestivo.

Para aquellos que buscan mejorar su digestión o simplemente reducir los refrigerios nocturnos, este método es un excelente punto de entrada al ayuno intermitente .

El método 16/8

El método 16/8 es más restrictivo: impone un intervalo de alimentación de 8 horas, seguido de un ayuno de 16 horas. Por ejemplo, podrías comer de 12 p. m. a 8 p. m. y luego ayunar hasta el mediodía del día siguiente.

Beneficios :

  • Ideal para perder peso preservando la masa muscular , especialmente para personas activas o que practican culturismo.
  • Aumenta la sensibilidad a la insulina, reduciendo el riesgo de resistencia y contribuyendo a una mejor regulación de la glucemia.
  • Estimula la autofagia, un proceso de reparación celular que ayuda a eliminar toxinas y células dañadas.

Este método, sin embargo, requiere una planificación rigurosa, en particular para respetar la ingesta nutricional necesaria durante la ventana de alimentación .

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Los beneficios del ayuno intermitente

1. Pérdida de peso y regulación metabólica

Al reducir los periodos de alimentación, el ayuno intermitente contribuye de forma natural a la disminución de la ingesta calórica. Además, promueve un mejor aprovechamiento de las reservas de grasa como fuente de energía. Este enfoque no solo ayuda a perder peso, sino también a mantener una composición corporal equilibrada.

Los estudios demuestran que el ayuno intermitente puede reducir los niveles de triglicéridos y mejorar el colesterol HDL (el colesterol bueno).

2. Mejora la salud metabólica

Los periodos de ayuno ayudan a regular los niveles de glucosa e insulina. Al limitar los picos de insulina, esta práctica también contribuye a una mejor gestión de la energía diaria, reduciendo la sensación de fatiga después de las comidas.

3. Optimización de las funciones cerebrales

El ayuno estimula la producción de BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro), una proteína que promueve el crecimiento y la regeneración neuronal. También mejora la claridad mental y la concentración, dos aspectos especialmente buscados en entornos laborales exigentes.

Las investigaciones preliminares también sugieren que el ayuno puede reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson, a través de sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes.

4. Efectos antienvejecimiento

La autofagia, activada por el ayuno, ayuda a depurar las células de los desechos y toxinas acumulados, retrasando así los efectos del envejecimiento. Quienes practican el ayuno intermitente suelen notar mejoras en la piel, asociadas con una mayor regeneración celular.

Consejos prácticos para empezar

1. Adapta tu método a tu estilo de vida

La clave para un ayuno intermitente exitoso reside en adaptarlo a tus hábitos. Si eres madrugador, ¿por qué no optar por un periodo de alimentación matutino y ayunar por la noche? Por el contrario, quienes prefieren un periodo nocturno pueden preferir un periodo posterior. Experimenta para encontrar el ritmo que mejor te funcione y ajústalo según sea necesario.

  • Empieza poco a poco: el horario 12/12 es perfecto para que tu cuerpo se familiarice con estos nuevos hábitos. Una vez que te sientas cómodo, considera el horario 16/8. Lo importante es respetar tu reloj biológico para evitar la frustración o el agotamiento.
  • Pregúntate: ¿A qué hora del día necesito más energía? Esto te ayudará a elegir.

2. Hidrátate lo suficiente

¿Sabías que el hambre suele confundirse con la sed? Durante el ayuno , tu mejor aliado es la hidratación. Bebe agua, infusiones o té verde con regularidad para mantenerte hidratado. Incluso puedes combinarlo con infusiones o aguas saborizadas caseras (sin azúcar, por supuesto).

Recuerda tener siempre una botella de agua a mano, sobre todo si tienes una agenda apretada. Mantener un buen equilibrio hídrico no solo reduce el hambre , sino que también mejora la concentración y el bienestar general.

3. Escucha a tu cuerpo

Cada cuerpo reacciona de forma diferente al ayuno. ¿Te sientes mareado o inusualmente cansado? Tu cuerpo te está hablando. No se trata de forzarlo a toda costa, sino de adaptar tu práctica para que se convierta en una ventaja, no en una desventaja.

  • Considere su día: El esfuerzo físico intenso o el aumento del estrés pueden requerir un período de ayuno más corto. El objetivo es mantener la flexibilidad y estar atento a sus sensaciones. Si las molestias persisten, no dude en consultar con un profesional de la salud . Una práctica bien realizada debería fortalecer su vitalidad, no comprometerla.

4. Priorizar una dieta equilibrada

Tu ventana de alimentación es una oportunidad, no una excusa para compensar. Nutre tu cuerpo con alimentos ricos en nutrientes esenciales. ¿Te encantan las proteínas? Elige pollo a la plancha o ensalada de garbanzos. ¿Buscas algo más ligero? Opta por verduras coloridas ricas en vitaminas y fibra. Además, incorpora grasas saludables, como aguacate o frutos secos, para una sensación de saciedad duradera.

No olvides los carbohidratos complejos, como la quinoa o el boniato, para obtener energía de forma constante. También considera incorporar un suplemento dietético adaptado a tus necesidades para apoyar tu cuerpo y cubrir cualquier deficiencia. Una dieta variada y equilibrada maximiza los beneficios del ayuno.

5. Sé paciente

Como cualquier hábito nuevo, el ayuno intermitente lleva tiempo. No te desanimes si los resultados tardan en aparecer. Concéntrate en los pequeños logros: más energía, mejor digestión o menos antojos.

Recuerda que cada persona es única. Adaptarse puede llevar algunas semanas. Sé amable contigo mismo y disfruta del proceso. Con el tiempo, esta práctica se convertirá en una parte natural de tu rutina, con beneficios duraderos.

Precauciones a tomar

El ayuno intermitente , si bien es efectivo y popular, no es una práctica universal. Es fundamental tomar ciertas precauciones antes de adoptarlo para garantizar una experiencia positiva y beneficiosa.

Consultar a un profesional sanitario: un paso esencial

Antes de comenzar, se recomienda encarecidamente consultar con un médico o nutricionista, especialmente si tiene alguna condición de salud preexistente. Las mujeres embarazadas, por ejemplo, tienen necesidades nutricionales específicas para apoyar el desarrollo fetal y mantener sus propios niveles de energía. En su caso, el ayuno podría provocar deficiencias que afectarían tanto su bienestar como el del bebé.

Asimismo, quienes padecen trastornos alimentarios deben ser cautelosos. El ayuno intermitente puede exacerbar ciertos problemas relacionados con la comida. Si tiene antecedentes de anorexia, bulimia o atracones, es fundamental abordar esta práctica con precaución y bajo supervisión profesional.

Adaptar el ayuno a las altas necesidades energéticas

Las personas con mayores necesidades energéticas, como los deportistas o quienes realizan actividades físicas, deben prestar especial atención a su práctica. El ayuno prolongado puede provocar una disminución del rendimiento, mareos o incluso una recuperación muscular insuficiente. Si se encuentra en esta situación, conviene ajustar el método elegido. Por ejemplo, optar por una dieta 12/12 en lugar de 16/8 puede garantizar un mejor equilibrio entre las fases de ayuno y la ingesta energética.

  • Pregúntate: ¿Mi actividad física o profesional requiere una ingesta calórica constante? De ser así, adapta tus periodos de ayuno a tus necesidades reales, asegurándote de que tus comidas aporten una alta densidad nutricional.

Horarios laborales irregulares: un desafío adicional

A las personas que trabajan por turnos, como enfermeras, bomberos o conductores de transporte público, les puede resultar difícil adaptar el ayuno a su horario. En estos casos, es importante priorizar la flexibilidad. Por ejemplo, podrías adaptar tu horario de alimentación a tu horario laboral o ajustar la duración del ayuno a tus necesidades.

  • Un ejemplo concreto: Si trabajas de noche, tu horario de alimentación podría extenderse de 18:00 a 2:00 para respetar tu ritmo biológico y tus necesidades profesionales. Recuerda que la prioridad es tu bienestar, no el rigor absoluto.

Evitar deficiencias nutricionales

El ayuno intermitente , si se realiza incorrectamente, puede provocar deficiencias de vitaminas , minerales y otros nutrientes esenciales. Esto puede ocurrir si las comidas consumidas durante la ventana de alimentación carecen de diversidad o densidad nutricional. Para evitarlo, es fundamental planificar las comidas de forma equilibrada, incorporando:

  • Proteínas variadas para mantener tu masa muscular .
  • Verduras ricas en micronutrientes , como las espinacas o el brócoli.
  • Grasas saludables , especialmente las del aceite de oliva o del aguacate.
  • Carbohidratos complejos , como el arroz integral o la quinua, para energía sostenida.

En caso de duda, no dude en consultar con un nutricionista. Este podrá elaborar un plan de alimentación adaptado a sus necesidades específicas y a las exigencias del ayuno.

Escucha a tu cuerpo para prevenir señales de advertencia

El ayuno intermitente nunca debe convertirse en una fuente de incomodidad o estrés. Si experimentas fatiga excesiva, dolores de cabeza persistentes o mareos, es fundamental que reevalúes tu práctica. Estas señales pueden indicar que tu cuerpo no tolera el método elegido o que no estás cubriendo adecuadamente tus necesidades nutricionales durante tu ventana de alimentación .

Interactúa con tu propia experiencia: Toma nota de tus sentimientos, niveles de energía y estado de ánimo. Estas observaciones te permitirán ajustar tus periodos de ayuno , probar diferentes métodos o incluso decidir suspender la práctica temporalmente.

La importancia de la progresividad

Es tentador adoptar un método estricto desde el principio para maximizar los resultados. Sin embargo, este enfoque puede ser contraproducente, especialmente para quienes se inician en el ayuno. Empieza con un método suave, como el 12/12, y aumenta gradualmente la duración del ayuno. Esto permitirá que tu cuerpo se adapte sin problemas y minimizará el riesgo de frustración o desánimo.

El ayuno intermitente , aunque efectivo para muchos, requiere un enfoque reflexivo e individualizado. Evalúa tus necesidades, escucha a tu cuerpo y siéntete libre de ajustar el método sobre la marcha. Si tienes dudas o inquietudes, busca el consejo de un experto. El ayuno intermitente es una herramienta, no una limitación: conviértelo en un aliado a tu medida para tu bienestar.

El ayuno intermitente , ya sea 12/12 o 16/8, ofrece numerosos beneficios para el cuerpo y la mente, siempre que se practique con criterio. Al combinar un enfoque adaptado a tu estilo de vida , una dieta equilibrada y una hidratación óptima, podrás aprovechar al máximo los beneficios de esta práctica ancestral reinventada para nuestros tiempos. Si aún tienes dudas, ¿por qué no probar un día de prueba y observar los efectos en tu energía y bienestar?

Fuentes:

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